Kill Bill Vol. 1 & 2: Un éxito incierto
Escrito por Juan Pablo Jiménez
Hemos
podido ser espectadores de bastantes películas destacado y conocido director
Quentin Tarantino, unas más sangrientas que otras, unas más llamativas que
otras, pero ésta sin duda es el mejor trabajo que se pudo haber hecho en los
años 2003 y 2004, con una duración de aproximadamente 3 horas y media las saga,
tiene todo un trabajo estético y dramático bien logrado de por medio. En
aquellos años donde ambas partes de la historia fueron estrenadas, no existía
una película que conjugara de manera tan sutil todo lo que corresponde a lo
sangriento en un mundo realista totalmente cotidiano.
En su
argumento, una mujer normal con pasado oscuro llamada Beatrix, está en planes
de casarse con su pareja, pero cuando llega el día de la boda irrumpen
violentamente los integrantes de un escuadrón asesino donde ella antes
participaba activamente. Aquel día matan a todos los presentes, dejando a
Beatrix o también llamada mamba negra con un disparo en su cabeza, y con un
inminente peligro de perder a su hija en gestación. Tiempo después tras pasar 4
años en coma, despierta y busca venganza con las personas que más le hicieron
daño. Con todo el desarrollo increíble de los personajes la trama y el ambiente, llama la atención un
gran detalle, la compenetración de dos culturas, la oriental y la occidental,
porque la historia se desarrolla a ratos en Estados Unidos como en Japón, y se
usan de tal manera los elementos culturales que se ven al punto de educar a los
espectadores, algo definitivamente muy positivo que da una sensación de
realismo en el asunto, porque efectivamente, todo lo mostrado respecto a lo cultural
es cierto.
El
uso de una violencia que no cae en lo pesadillesco es probablemente algo que
resalta para cualquier espectador. Al mirar la película de entrada se ve mucha
sangre, pero se enfoca de una manera liviana, tomando más relevancia el
recorrido y las emociones que invaden a la protagonista durante toda la película,
la violencia se tornaría más como algo expectante, porque queremos saber
siempre cómo es que serán la venganzas y de qué manera se llevarán a cabo.
En conclusión, valdría bastante la pena gastar
tiempo en ver la saga de Kill Bill, por todos los elementos que conllevan su
rico desarrollo, su uso de recursos, como los efectos especiales(FX), doblaje,
etc. Reuniendo todo este material, nace un best seller rompe esquemas, algo
totalmente llamativo y nuevo para los años 2000, su compenetración entre
cultura oriental-occidental y la sutil utilización de la sangre y la violencia.
Teniendo en cuenta todo esto, y sin saber el futuro de la saga, quedamos con
ganas de saber más…
★★★★★
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